La Prehistoria es un período fascinante que abarca el origen y la evolución de los primeros seres humanos.
Aunque a menudo se le otorga menos relevancia que a la historia documentada, este extenso período ocupa más del 99% del tiempo en que los seres humanos han existido sobre la Tierra. En este artículo, exploraremos qué es la Prehistoria, cuándo comienza y las distintas etapas que la componen. Un viaje imprescindible para comprender los primeros pasos de la humanidad.
La palabra «Prehistoria» proviene del latín y significa «antes de la historia».
Este término se utiliza para describir el período que abarca desde la aparición de los primeros homínidos, hace unos 6 millones de años, hasta la invención de la escritura, aproximadamente en el año 3.300 a.C. La Prehistoria es el espacio de tiempo en el que se gesta y se desarrolla la evolución humana, desde los primeros primates bípedos hasta el surgimiento de las primeras civilizaciones.
La Prehistoria comienza en el momento en que algunos primates en África comenzaron a caminar erguidos, un evento que marca el inicio de la evolución hacia lo que conocemos hoy como seres humanos. Este proceso, que tuvo lugar hace unos 6 millones de años, supuso importantes cambios anatómicos, como la capacidad de hacer pinza con los dedos, lo que facilitó la fabricación de herramientas, un hito crucial en la evolución humana.
El Paleolítico es la primera etapa de la Prehistoria, conocida también como «la edad de la piedra antigua».
Esta fase se caracteriza por el uso de herramientas de piedra y se divide en varias subetapas, como el Paleolítico Inferior, Medio y Superior. Durante este largo período, nuestros antepasados eran nómadas, cazadores y recolectores, y tuvieron que enfrentarse a un entorno extremadamente hostil, con glaciaciones y condiciones climáticas adversas.
Uno de los avances más significativos del Paleolítico fue el dominio del fuego, que permitió cocinar alimentos, protegerse del frío y facilitar la interacción social. También destacaron por la fabricación de herramientas como el bifaz, una especie de navaja multiusos, y la creación de las primeras manifestaciones artísticas.
El Neolítico, conocido como la «Edad de la Piedra Nueva», marca un cambio radical en la forma de vida humana. El clima se volvió más cálido, lo que permitió el desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales. Estos avances provocaron la transición de una vida nómada a una sedentaria, con la creación de aldeas y el surgimiento de nuevas formas de organización social y especialización del trabajo.
Durante el Neolítico, surgieron grandes innovaciones, como la invención de la cerámica, la construcción de viviendas y el comercio. La sociedad se jerarquizó, y las aldeas comenzaron a intercambiar productos, lo que dio lugar al comercio. Asimismo, empezaron a aparecer prácticas espirituales, como el entierro de los muertos con objetos personales, lo que nos da una idea de la espiritualidad de la época.
El Calcolítico, también conocido como la Edad del Cobre, es una etapa de transición entre el Neolítico y la Edad de los Metales. En este período, los seres humanos comenzaron a trabajar el cobre, lo que les permitió fabricar herramientas y armas más eficientes. Este avance tecnológico fue clave en la consolidación de las primeras civilizaciones.
Un ejemplo destacado del Calcolítico en la Península Ibérica es el poblado de Los Millares, una sociedad jerarquizada que conocía el uso del cobre. Este asentamiento fortificado muestra un nivel avanzado de organización social y militar.
Con la llegada de la Edad del Bronce, la humanidad dio un salto cualitativo en términos de tecnología y organización social. El bronce, una aleación de cobre y estaño, permitió la fabricación de armas, utensilios y objetos decorativos de mayor calidad. Este período se caracteriza por el crecimiento de las sociedades jerarquizadas y la aparición de las primeras culturas complejas.
La Metalurgia y la Sociedad
El estudio de los ajuares funerarios de la época revela que los objetos de metal se utilizaban como símbolos de estatus social. Las sociedades de la Edad del Bronce vivían en poblados organizados y jerarquizados, y la metalurgia fue fundamental para el desarrollo económico y social de estas comunidades.
El gran avance que marca el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia es la invención de la escritura. Esto ocurrió alrededor del año 3.300 a.C. en Oriente Próximo, en civilizaciones como Egipto y Mesopotamia. La escritura permitió a las sociedades registrar su historia, marcar acuerdos y dejar constancia de sus avances, transformando por completo el desarrollo humano.
La Prehistoria es, sin duda, un período apasionante que nos permite entender los orígenes de la humanidad.
Desde los primeros pasos de los homínidos en África hasta la invención de la escritura, esta etapa de la evolución humana está llena de descubrimientos, avances tecnológicos y sociales que sentaron las bases para el desarrollo de las grandes civilizaciones.
Ahora que conoces más sobre qué es la Prehistoria, cuándo empieza y cuáles son sus etapas, ¿no te parece un período asombroso?